NO AL ABORTO

Pan y circo II: en medio del desastre nos volverán a entretener con el aborto

Tras la visita al Vaticano y el entredicho con la oficina de prensa de la Santa Sede, Alberto Fernández confirmó que el Congreso retomará la discusón. Ayer en frente del Congreso volvieron a pedir por la ley que atenta contra los derechos del niño.

En el Gobierno de Mauricio Macri  se quejaban cuando desde ciertos espacios críticos se los calificaba como «kirchnerismo de buenos modales». Pero lo cierto es que el expresidente, que se equivocó en evitar un plan de reformas estructurales, abandonó el poder fracasando en el ámbito económico. Ahora, en el albertismo, también hay enfado cuando se señala que el neoperonismo está llevando a cabo «la continuidad del macrismo». Pero lo cierto es que, como Macri siguió los pasos de Cristina , hoy Alberto Fernández sigue con la improvisación macrista.

Antes, el horizonte era conseguir la reelección a cualquier precio y ahora lo es la renegociación con el Fondo Monetario Internacional. ¿El plan económico? Sigue brillando por su ausencia.

Pero más allá de ciertas similitudes en materia de improvisación económica, seguramente por las mismas cuestiones, ahora, a casi dos meses del inicio del nuevo gobierno, Alberto Fernández  saca de la galera para reeditar uno de los mejores planes del macrismo: el entretenimiento de un país entero divido por la posición respecto al aborto. 

No importa el control de cambios extremo, la inflación creciente (que puede estallar e incrementarse exponencialmente en cualquier momento), el desempleo, la inseguridad, la recesión económica ni la impune reciente nueva estafa a los jubilados . Argentina, una vez más, volverá a discutir, como cuestión de vida o muerte, la despenalización del aborto y todo pasará a un segundo plano. Cuando no a un tercero, cuarto o quinto.

La confirmación de que la bomba de humo se lanzará en cualquier momento fue confirmada por el mismo presidente luego de su entrevista  con el papa Francisco en el Vaticano. Primero, Fernández negó que el tema del aborto haya sido discutido en el encuentro con Bergoglio. Luego, el Vaticano emitió un comunicado asegurando que el papa sí se manifestó sobre la necesidad de preservar la vida «desde la concepción» en la charla oficial con Fernández. Pero finalmente, y como para terminar con la cuestión, el presidente argentino aseguró que cumplirá con su promesa de campaña y volverá a enviar un proyecto al Congreso que dividirá, una vez más, al país entre verdes y celestes.

Durante el debate previo, que monopolizó por completo la discusión política en 2018, el macrismo pudo desviar el foco de atención de la economía, en pleno colapso del modelo económico «gradualista». Las discusiones en comisiones, el triunfo verde en diputados y la victoria final celeste en el senado coparon los programas televisivos, los debates en las mesas familiares, los temas de conversación en el ámbito laboral. La única minoría que quedó a un lado estuvo formada por los argentinos para los que esto no era un tema trascendente. La virulencia, hace dos años, se sentía en la calle, en los medios de transporte y en todos los lugares donde se lucía un pañuelo verde o uno celeste.

Si bien es cierto que la política tiene similitudes descomunales entre los supuestos adversarios, lo cierto es que en la sociedad civil pasa lo mismo. Mauricio Macri, en contra de la legalización del aborto, y Alberto Fernández, que dice estar a favor, tienen en común la indiferencia personal absoluta por estas cuestiones en las que a nosotros se nos va la vida. Nosotros, «los celestes», también estamos hermanados en un punto con «los verdes». La política nos volverá a usar una vez más y nosotros, como dice la canción Costumbres argentinas de Andrés Calamaro, volveremos a morder el anzuelo y a empezar de nuevo...cada vez.


FUENTE PANAMPOST.COM

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