A pedir de Rusia

Alemania en crisis: su PBI cayó un 0,4% en los últimos 3 meses de 2022 y la inversión se desplomó un 2,5%

El Bundesbank anticipa que el país entrará indefectiblemente en recesión a más tardar en marzo, contradiciendo las predicciones del gobierno de Olaf Scholz, que insiste con medidas de corte socialista

La Oficina Federal de Estadísticas de Alemania confirmó que el PBI del país cayó un 0,4% en el cuarto trimestre del año pasado, prácticamente el doble de lo que estaba pronosticado por la media de expectativas de mercado.

El consumo privado fue uno de los más afectados por la debacle inflacionaria, y sufrió una fuerte caída del 1% en los últimos tres meses de 2022. Si bien no ostentó la variación negativa más significativa de los componentes del PBI, sí lideró la tendencia recesiva debido a su peso relativo frente al total de la economía.

La inversión en capitalización se desplomó un 2,5% en solo un trimestre, la peor caída observada desde el shock por la pandemia a mediados de 2020. Solamente el consumo público del Estado alemán logró sortear la tendencia, y se expandió un 0,6% trimestral, por lo que aumentó su proporción frente al tamaño de la economía.

El Bundesbank no tuvo ningún empacho de anunciar públicamente que espera una recesión para Alemania en 2023. Los economistas y la mayor parte de los organismos multilaterales de crédito esperan que el primer trimestre del año comience con una retracción, dando así lugar a una recesión técnica.

"Es probable que la producción económica vuelva a caer en el primer trimestre de 2023. Los efectos de las altas tasas de subida de los precios ya son claramente visibles en los acuerdos salariales más recientes", advierte el último informe del Bundesbank.

De la misma manera en que ocurre en Estados Unidos, la inflación de la Unión Europea demostró ser mucho más resiliente a la baja de lo que se esperaba. En consecuencia, y debido a que supera cómodamente el target del Banco Central Europeo, la política monetaria continuará siendo fuertemente contractiva y la actividad económica sufrirá las consecuencias del encarecimiento del crédito.

El diagnóstico del Bundesbank fue el mismo que anunció el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), que espera que la economía alemana se vea completamente estancada.

El Gobierno socialista de Olaf Scholz había descartado la recesión para 2023, comprometiendo un paquete fiscal de hasta 230.000 millones de euros a lo largo del año pasado con el fin de "reactivar la actividad" y atenuar los efectos de la guerra en Ucrania sobre el mercado energético.

Las medidas fueron inútiles para reactivar la economía, y los pronósticos de Scholz fueron desestimados por la autoridad monetaria alemán.

Fuente: La Derecha Diario

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