Gloria y honor a nuestros granaderos

16 de Marzo: Creación del Regimiento de Granaderos a Caballo

El 16 de marzo de 1812 el General San Martín crea a pedido del Primer Triunvirato el Regimiento de Granaderos a Caballo. Herederos de la tradición sanmartiniana, cumplen desde 1903 la doble función de escolta presidencial y de transmisores de los valores que inspiraron la Batalla de San Lorenzo y el Padre de la Patria.

Al arribar al suelo rioplatense, el entonces Teniente Coronel José de San Martín, motivado por la necesidad de crear una moderna organización militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, crea este nuevo Regimiento. Por aquellos años, las milicias rioplatenses estaban alzadas en armas contra el poder imperial de la metrópolis española. El plan de San Martín fue conformar un cuerpo de caballería idóneo y cualificado, compuesto por voluntarios rigurosamente seleccionados, cumpliendo parámetros de conducta y personalidad muy elevados.

El diseño original de los uniformes militares fue basado en el sistema militar sueco.

El objetivo que perseguía San Martín con la creación de este nuevo cuerpo de Caballería no era solo el de dotar a las incipientes milicias revolucionarias con una mayor cantidad de efectivos para poder contener los embates del ejercito real, sino que también, la constitución de una unidad militar ejemplar, dotada de las mejores personas para que se conviertan en soldados de bien con los que contara la patria nueva, y que sirviera de insignia y ejemplo dentro de las fuerzas armadas nacionales.

El nuevo regimiento buscaba funcionar como ejemplo de profesionalismo y perfeccionamiento para el resto de las fuerzas. Esta aspiración se correspondería con la visión que San Martín tenía sobre el futuro mediato de las fuerzas militares modernas, confiaba en una rigurosa disciplina militar, evocada no sólo en las maniobras y el entrenamiento, sino también en la esfera social del militar, que debía funcionar como figura ejemplar no sólo para sus camaradas de armas sino también para el resto de la sociedad. Así, quedarían delineados desde el nacimiento del ejército, los valores y fundamentos primarios que San Martín esperaba se convirtieran en los basamentos del accionar del Ejercito Argentino, la estricta disciplina y la conducta ejemplar.

San Martín dispuso el reclutamiento de los hombres más aptos y estipuló un estricto código de disciplina, que hasta el día de la fecha, bajo la denominación de "Código de honor sanmartiniano", rige el accionar diario de los Granaderos a Caballo.

A principios de siglo, el General Pablo Richieri, de su propio puño y en un documento que se atesora en el Museo de la Unidad, escribió el borrador del decreto de recreación del Regimiento que se promulgó con fecha 29 de mayo de 1903, con la firma del Presidente Julio A. Roca.

Código

De la misma forma en la que San Martín reclamaría de los granaderos el acatamiento de una conducta ejemplar frente a la sociedad y el Ejército, haría caso irrestricto de tales disposiciones sosteniendo como forma de vida la política de "predicar con el ejemplo".

La férrea disciplina, el culto al valor y al honor, la exigencia y rigurosidad en la instrucción física y militar quedarían entonces patentes en las siguientes disposiciones, establecidas en aquel entonces como la lista de "Delitos por los cuales deben ser arrojados los oficiales", a fin de establecer una norma de conducta para los oficiales del regimiento que sentara el ejemplo para el resto de la tropa. Esta dicta:

1.Por cobardía en acción de guerra, en la que aún agachar la cabeza será reputado tal.

2.Por no admitir un desafío, sea justo o injusto.

3.Por no exigir satisfacción cuando se halle insultado.

4.Por no defender a todo trance el honor del cuerpo cuando lo ultrajen a su presencia o sepa ha sido ultrajado en otra parte.

5.Por trampas infames como de artesanos.

6.Por falta de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella.

7.Por hablar mal de otro compañero con personas u oficiales de otros cuerpos.

8.Por publicar las disposiciones internas de la oficialidad en sus juntas secretas.

9.Por familiarizarse en grado vergonzoso con los sargentos, cabos y soldados.

10.Por poner la mano a cualquier mujer aunque haya sido insultado por ella.

11.Por no socorrer en acción de guerra a un compañero suyo que se halle en peligro, pudiendo.

12.Por presentarse en público con mujeres conocidamente prostituidas.

13.Por concurrir a casas de juego que no sean pertenecientes a la clase de oficiales, es decir, jugar con personas bajas e indecentes.

14.Por hacer un uso inmoderado de la bebida en términos de hacerse notable con perjuicio del honor del cuerpo.

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