EL DOLAR SIN TECHO

Argentina, la bomba monetaria y el drama del «día después»

La cuarentena, los comercios cerrados y las limitaciones al efectivo contribuyen a la merma de la velocidad de circulación del dinero. Sin embargo, cuando termine esta historia de terror, el peso argentino deberá enfrentarse con su verdadero valor.

Ya no hace falta suscribir a ninguna teoría conspirativa para asegurar que el Gobierno de Alberto Fernández  está haciendo uso económico de la cuarentena. Las circunstancias particulares están logrando que, aunque cada día la situación es peor, no vuele todo por los aires. Ese escenario estaría reservado al día que los argentinos puedan volver a la calle, a los bancos, a los comercios y a disponer libremente de sus papelitos de colores emitidos por el Banco Central.

En el último mes, la base monetaria se incrementó en casi un 40 %. Si hacemos los números con marzo del año pasado, el aumento ya supera el 80 %. Cabe destacar que con la economía funcionando normalmente...»a la argentina» pero normalmente, sin pandemia ni cuarentena , la inflación anual fue cercana al 50 %. Con precios regulados y otras artimañas incluidas, claro. El funcionamiento a todo vapor de las máquinas impresoras de billetes de la Casa de la Moneda, que dicho sea de paso ya se está quedando sin papel, sumado a la brusca caída en la actividad tiene un final cantado.

Para muestra de lo que se viene hay que pispear el «dólar contado con liqui», que sería un tipo de cambio implícito en la cotización de pesos y dólares de las acciones y bonos argentinos. Esa clara manifestación de lo que puede valer un peso nacional por estas horas, hoy indicó que hacen falta 114 unidades para adquirir «una lechuga». La escalada de las últimas tres jornadas superó el 19 %.

Como era de esperar, al cruzar la barrera de las tres cifras, las redes sociales explotaron con memes recordando a Domingo Cavallo  y el lanzamiento de la convertibilidad «1 a 1» a principio de los noventa.


El «dólar blue», que para el momento del inicio de la cuarentena andaba cerca del «liqui» ya roza los 90, pero hay que tener en cuenta que la gente tiene problemas lógicos para hacerse de liquidez o para salir a comprar al mercado negro. El tipo de cambio regulado, de un máximo de 200 dólares por mes por persona, impuestos incluidos supera los 86 pesos. Pero con el correr de los días, la gente ya no se siente segura como para adquirir 200 dólares por home banking, para retirarlos por cajero en el banco cuando sea posible. El histórico economista de UCEMA Carlos Rodríguez ya habló de «corralón»  y puso en dudas de que los que tienen «verdes» en el banco puedan retirarlos normalmente.

Para Roberto Cachanosky , la combinación de factores actuales de la economía argentina podría deparar serios problemas en el corto plazo: «Si se combina violenta expansión monetaria con caída en la demanda de moneda y disminución en la oferta de bienes, sólo cabe esperar una tormenta perfecta para generar una crisis inflacionaria de grandes proporciones», manifestó el conductor del Informe Económico.

Mientras que dura la distorsión artificial de una falsa aceptación de pesos, producto de la poca y lenta circulación monetaria durante la cuarentena y todas las restricciones bancarias, el Gobierno apela a las recetas de cortoplazo que utilizaba el macrismo. Esta mañana el Central buscó absorber algo del sobrante monetario mediante una nueva y agresiva licitación de Leliq. Para Leonardo Svirsky, de Bull Market Brokers, la utilización de las letras tiene como finalidad «sacar pesos del mercado» porque al Gobierno «se le está desbandando el dólar».

«La corona-moneda»

El economista Carlos Melconian  se expresó al respecto de la complicada situación y advirtió que el Gobierno debería pensar una alternativa diferente a la continua emisión de pesos. En este sentido, el exfuncionario de Macri dijo que una posibilidad podría ser una cuasi moneda, con fecha de vencimiento postpandemia y cuarentena.

«Frente a la montaña de emisión a la que vamos, el único elemento de emisión no va a poder ser el peso. Y el único elemento de absorción después no puede ser la inflación o la licuación. Acá hay que concentrarse a partir de un problema. El problema es la pandemia, la cuarentena, el nivel de actividad, el derrumbe de los ingresos fiscales, el aumento del gasto, la emisión de moneda", resaltó.


FUENTE PANAMPOST.COM

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