LA CUARENTENA LES HIZO MAL

Delirios argentinos: el "barril criollo" de petróleo a 45 dólares

Mientras el precio baja en el mundo, Argentina lo mantiene artificialmente alto para beneficiar al sector. La economía nacional cada día con más distorsiones. A los precios máximos de los alimentos, que ya generan faltantes, ahora se le agregan los precios mínimos para «cuidar» a determinados sectores.

Si Argentina desea volver a ser lo que fue en algún momento, cuando supo tener el PIB per cápita más alto del mundo, debe aprender una lección. En realidad son muchas las lecciones pendientes, pero hay una clara como para empezar: qué es un precio. Para la clase política y para los comunicadores (y lógicamente para la mayoría de los argentinos) el precio de las cosas puede confundirse con resoluciones administrativas.

Un precio es el punto de encuentro y equilibrio entre un ofertante y un demandante, con el mínimo de intervención posible, como para permitir un intercambio pacífico y voluntario entre las partes. Cuando hay precios máximos o hay precios mínimos,  en realidad lo que no son precios, hay otra cosa. Podemos abrir el debate de cómo debería llamarse esta cuestión, pero para empezar a dar luz sobre estos asuntos lo primero que podríamos hacer es dejar de llamarle «precio» a lo que tiene que ver con una resolución gubernamental.

La pandemia del coronavirus (COVID-19) y la cuarentena dura que eligió el Gobierno de Alberto Fernández  vinieron de la mano con una emisión monetaria descomunal que no tardó en traducirse en inflación y en salto del dólar libre. Es decir, en depreciación del peso argentino. Pero en lugar de corregir los desajustes de fondo como el déficit fiscal, el neoperonismo se dedicó a implementar un duro control de precios que produjo lo predecible: faltantes en las góndolas, multas y clausuras. 

Pero parece que todas estas distorsiones no fueron suficientes y que todavía hay más espacio para la creatividad del Gobierno. La noticia del día es la implementación por decreto del «barril criollo». Esta nueva invención se trata de un «precio» (que como dijimos, de precio no tiene nada) del petróleo local, completamente desacoplado del valor internacional. Mientras en el mundo el barril no supera los 30 dólares, luego de la fuerte caída de las últimas semanas y unas leves recuperaciones, en peronia  cuesta 45. ¿Por qué? Porque sí. Claro.

"Felicito al presidente Alberto Fernández por la firmeza demostrada en defensa de los recursos de los argentinos, al fijar un precio sostén para el barril de petróleo, lo que nos permitirá a las provincias productoras no vernos tan afectadas por la caída del precio internacional del crudo», señaló la gobernadora de Rio Negro, Adabela Carreras.

Claro, la medida tiene beneficiados, como los mandatarios de las provincias productoras y perjudicados. En el sector privado, los emprendimientos que necesitan comprar la producción advirtieron que esto se trata de un valor «artificialmente alto» y que era preferible llegar a un acuerdo con las provincias. Desde el oficialismo indicaron que esto se trata de una estrategia para «mantener la actividad» y tenerla de pie para cuando «todo vuelva a la normalidad y suba el precio».

La reimplementación del «barril criollo» demuestra que si hay algo que no tiene límites es la creatividad argentina . Ojalá un día esté puesta en otro lugar, como la creación de bienes y servicios. Nos iría un poco mejor.

FUENTE PANAMPOST

Más de Economia