Coronavirus en la Argentina: los peluqueros se movilizaron para pedir que los dejen trabajar
Liderados por Fabio Cuggini y Rubén Orlando, manifestaron en el frente de la sede de la Federación Nacional de Trabajadores de Peluquería, Estética y Afines (FeNTPEA) por la reapertura de los locales y para exigir por la regulación de la actividad.
Van 103 días de cuarentena en las zonas del país que padecen la transmisión comunitaria del virus. Van 103 días de persianas bajas en peluquerías de la región del Área Metropolitana de Buenos Aires. El sector afronta una crisis y una desesperanza. A diferencia de otros comercios que pudieron adaptarse a los requerimientos sanitarios, los protocolos de reacondicionamiento que presentaron algunos peluqueros no fueron aprobados: la solución parece estar en el levantamiento definitivo del aislamiento social, preventivo y obligatorio, un horizonte aún difuso.
Este martes, a las doce del mediodía y bajo una persistente llovizna, un grupo de peluqueros se presentó en el frente de Ayacucho 838, la sede de la Federación Nacional de Trabajadores de Peluquería, Estética y Afines (FeNTPEA). La promoción de la marcha de peluqueros hablaba de un "tijeretazo simbólico" y gritaba "¡queremos trabajar!". El reclamo estuvo acompañado por el ruido de tijeras golpeando en ollas y sartenes.
De las cortinas bajas del edificio colgaron carteles con leyendas dirigidas a la conducción del sindicato: "¡Fuera ya! No nos representan sindicato, confederación y centro de patrones de peluqueros". "Esto es un oficio, queremos una profesión", exigía otra pancarta. La iniciativa estuvo impulsada y liderada por Fabio Cuggini y Rubén Orlando, quienes apuntaron contra Abel Hernández, titular del sindicato.
"Hacemos una marcha simbólica para mostrar la realidad y la problemática que hay detrás de las peluquerías y los peluqueros. La pandemia expuso toda la mugre de la Argentina. Estamos atados con alambre y totalmente precarizados, como muchísimos otros comerciantes", reparó el estilista Cuggini.
La pandemia -y la cuarentena como medida de prevención- puso en relieve el enfrentamiento histórico: los días acumulados de peluquerías cerradas y la crisis del sector lo potenció. "Hay muchos chicos que no tienen para comer y que se están fundiendo. El presidente bien hizo en guardarnos en casa, pero de qué viven, qué comen. El remedio termina siendo peor que la enfermedad porque estos chicos están saliendo a cortar a domicilio. Nosotros alzamos la voz por esa gente", declaró Cuggini en diálogo con Infobae.
La prohibición de la actividad y el ahogo económico condujo a los peluqueros a trabajar en sus casas o en los hogares de los clientes de manera clandestina. En medio de la manifestación, Rubén Orlando encontró un ejemplo para graficar la situación: "Recién pasó una chica que entraba a un edificio de al lado a hacer una manicura. ¿Qué más peligro de contagio que ese?", preguntó. "El cabello es higiene, hay una necesidad de cortarlo. La coquetería es otra cosa y la podés dejar para después. Como dice Fabio: el presidente tendría que tener el cabello por los hombros", planteó para explicar que mejor sería proteger al sector desde la aplicación de protocolos en peluquerías y no desde la clandestinidad de los hogares.
"El reclamo es para visualizar nuestra posición: tenemos un sindicato trucho que nunca dio la cara por nosotros", disparó Cuggini, con tono de desesperación. "Estamos acá porque nunca fuimos representados", agregó Orlando.
La semana pasada Cuggini y Rubén Orlando fueron recibidos en la jefatura de Gobierno, en el barrio de Parque Patricios, por el vicejefe de gobierno Diego Santilli y el ministro de Desarrollo Económico y Producción, José Luis Giusti. Fueron a presentar un protocolo sanitario que les permitiera retomar la atención a clientes: incluía medidas de distanciamiento, higiene, sistema de turnos y acondicionamiento de los locales con requisitos simples y democráticos, para que todas las peluquerías -no las que disponen de más recursos- se vieran beneficiadas. El Gobierno porteño no le dio curso a la propuesta. "Vinimos a plantear un protocolo más austero, para todos aquellos peluqueros de barrio, y sinceramente nos fuimos muy decepcionados", había dicho Cuggini.
"Ya no hay esperanzas. Ahora caemos en cuarentena estricta otros 17 días más. Los protocolos que presentamos no les sirvieron. A tal punto que me levanté y me fui: fue la primera vez que me levanto de una reunión. Creo que fuimos recibimos por pura cordialidad, pero no hubo ningún punto de acuerdo", relató Orlando.
El reclamo de ambos peluqueros también reside en este punto: exclaman más voluntad para gestionar la reapertura de los locales. Cuggini informó que si bien presentaron un protocolo, lo hicieron "para figurar". La manifestación, sin embargo, tuvo como eje del conflicto en la precarización: "Cualquiera se pone una peluquería o una barbería, cualquiera enseña, no hay ningún marco armado, nada regulado. Están solo para perseguir a los que tributan impuestos", denunció. En un comunicado firmado por Cuggini y Orlando exigen, a su vez, la intervención estatal del sindicato en forma inmediata.