El Estado gastará millones para financiar películas K que nadie mira
Quien piense que el kirchnerismo sólo es una fuerza política se equivoca. Ha penetrado todos los estamentos del Estado, la sociedad y la cultura. Así lo prueba la gran cantidad de subsidios otorgados por el INCAA a proyectos audiovisuales liderados por productores y actores afines.
Ni siquiera el cambio de gobierno que se produjo en 2015 pudo terminar con este modus operandi. De hecho, durante la gestión de Mauricio Macri el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales financió Tierra Arrasada, la obra-panfleto del hoy ministro de Cultura Tristán Bauer; el debut de Fede Bal en la pantalla grande con apoyo kirchnerista; los costosos dibujos animados del hermano militante de Juan Castro; el Kiosco, de Pablo Echarri; y Viaje a los pueblos fumigados, de Pino Solanas.
Esta política terminó siendo un pésimo negocio para el Estado, dado que el público fue esquivo a las historias de los abanderados "Nac&Pop". Pero poco parece importar ahora que el kirchnerismo volvió al poder de la mano de Alberto Fernández.
De hecho, el INCAA parece haberse vestido nuevamente de militante: en su sitio web promociona el documental de Bauer como "el retrato de lo que dejaron cuatro años de gestión neoliberal en la Argentina". Paradójicamente, Tierra Arrasada fue financiado bajo la modalidad de "audiencia masiva" -donde no hay fondos por anticipado pero el productor recupera por taquilla- y, al 3 de enero de 2020, apenas registró 7166 espectadores. Difícilmente este fracaso hubiera justificado el apoyo con bombos y platillos si no fuera por una cuestión de afinidad política.
La conflictiva relación costo-beneficio del cine K
Adart Producciones SRL produjo en 2019 El Kiosco, fuertemente publicitada por Pablo Echarri, su protagonista. Con componentes de crítica social a la descomposición económica y laboral del país, la ópera prima del director Pablo Pérez, que fue subsidiada por más de $ 1 millón, terminó siendo destrozada por la crítica especializada, que la calificó como una comedia pasada de moda. Fueron a verla tan sólo 16.565 personas. Aunque se metió con lo justo entre las primeras 15 más vistas de 2019, pasó sin pena ni gloria con un desgastado Echarri que es más noticia por sus posturas ideológicas que por su labor profesional.
Adart también participó en la producción de Rumbo al mar, del actor Federico Bal, que -en mayo de 2018- escandalizó a los medios por un subsidio del gobierno de Tucumán de Juan Manzur por $ 1,5 millones otorgado a la productora Funciona y Kuenta SRL, la otra realizadora, más $ 9.306.330 aportados por el INCAA. El proyecto terminará siendo, además de un sueño personal del actor de filmar con su padre, un homenaje póstumo a Santiago Bal. Se verá recién en 2020.
Por su parte, Lagarto Cine SRL, a cargo de Hugo Castro Fau, hermano del recordado periodista Juan Castro, producía para Canal Encuentro. Tiene diversos proyectos que recibieron fomento, entre ellos uno reciente: El gigante egoísta, que figura entre los subsidiados de 2019 para realizar una película de animación. Su empresa recibió $ 7.653.325. Su otro hermano, Mariano Castro, quien ingresó a la planta de empleados del Senado con el ex vicepresidente Amado Boudou y continuó durante la gestión de Gabriela Michetti, fue socio de Lagarto Cine.
Ultra K, Hugo Castro supo cruzar con virulencia las versiones que indicaban que la muerte de su hermano Juan estaba relacionada a una investigación sobre el matrimonio Kirchner.
En tanto, el cineasta Fernando Pino Solanas, quien fue designado por Alberto Fernández como embajador argentino ante la UNESCO, filmó Viaje a los pueblos fumigados y su companía -Cinesur SA- recibió por parte del INCAA $ 1.588.066, según consta en el sitio web del Instituto.
El ex senador fue investigado y sobreseído por el juez federal Claudio Bonadio por presunto manejo irregular de fondos para sus películas. De lo que no pudo salir indemne fue de su pase al Frente de Todos y las boleterías. Sólo 6679 vieron su último documental.
Otro de los que se destaca en la lista de beneficiaros es Fernando Sokolowicz, ex propietario del diario Página/12, a cargo de Aleph Media.
A pesar de esto, el cine nacional mejoró en calidad y se situó, acaso, en la consideración mundial por un puñado de actores y directores exitosos como Juan José Campanella, entre otros. Pero no escapa a diversos escándalos de malversación de dinero público y gastos excesivos, hechos denunciados en los últimos tiempos. Una positiva: como política de Estado es tan fuerte y sostenida que logró trascender los proyectos político - partidarios y personalistas (Néstor Kirchner, la película), la corrupción y el reparto discrecional a beneficiarios que se repiten una y otra vez. Esta historia continuará...
FUENTE: periodismoypunto.com