Cristina Kirchner designó a una ciudadana británica en cargos clave de Seguridad y Defensa

Natalia Laura Federman, hija de un exfuncionario de la embajada británica, ocupó cargos clave durante el gobierno de Cristina. Su designación fue objeto de una denuncia por posible traición a la patria.

Redacción El Nacionalista

Una controvertida designación durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner volvió a estar en el centro de la escena. Se trata de Natalia Laura Federman, ciudadana británica e hija de un exjefe de prensa de la Embajada del Reino Unido en Argentina, quien accedió a cargos de alta sensibilidad en el ámbito de la seguridad nacional.

Federman fue nombrada en 2009 como Subsecretaria de Seguridad y Derechos Humanos, y en 2011 fue formalmente exceptuada del requisito de nacionalidad para ingresar a la Administración Pública Nacional. Posteriormente, se desempeñó como Directora Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad, desde donde tuvo acceso a archivos y documentos relacionados con las Fuerzas Armadas.

La decisión generó críticas por parte de sectores vinculados al ámbito militar y de defensa, que cuestionaron el otorgamiento de acceso a información estratégica a una funcionaria con lazos familiares directos con el Reino Unido. En aquel momento, la relación diplomática entre ambos países se encontraba marcada por tensiones.

El hecho motivó una denuncia penal presentada el 19 de noviembre de 2012 por el veterano de Malvinas Víctor Eduardo Vital ante el Juzgado Federal de Primera Instancia de San Luis. En el escrito, se acusó a Cristina Fernández de Kirchner, Nilda Garré, Aníbal Fernández y Juan Manuel Abal Medina de "Traición a la Patria", en virtud del artículo 214 del Código Penal.

La denuncia, de más de 20 páginas, detalla el vínculo de Federman con su padre, Andrés Federman, y hace mención a su tío, el periodista Horacio Verbitsky, por su pasado como militante de Montoneros. Según el denunciante, la presencia de Federman en ministerios clave habría favorecido decisiones que comprometieron la seguridad fronteriza y afectaron a las fuerzas de seguridad.

Entre otras acusaciones, se menciona el desplazamiento de más de 6.000 gendarmes al conurbano bonaerense, lo que habría debilitado la vigilancia en zonas sensibles del norte del país.

Aún hoy, la designación de Federman sigue siendo recordada como un episodio polémico por su posible impacto en la seguridad nacional.

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