Milei avanza con un decreto clave para poner orden en el desarrollo del CONICET

El Ejecutivo prepara un decreto clave para intervenir en las líneas de investigación del CONICET y reducir la estructura del sistema científico. Buscan priorizar desarrollos técnicos y productivos.

Redacción El Nacionalista

En el marco de su plan de transformación del Estado, el Gobierno Nacional se encamina a concretar una reforma profunda en el sistema científico argentino. La Casa Rosada trabaja en los últimos detalles de un decreto que le permitirá al Ejecutivo tener injerencia directa en la definición de las líneas de investigación del CONICET, el principal organismo de ciencia y tecnología del país.

Desde el oficialismo aseguran que la intención es clara: evitar el financiamiento de investigaciones consideradas ideológicamente sesgadas o irrelevantes, y redirigir los fondos públicos hacia áreas con impacto técnico, productivo y estratégico. "Lo que queremos es poder definir qué se investiga y qué no, para priorizar lo técnico por sobre informes que hablan de Batman", señalaron fuentes cercanas al Ejecutivo.

Menos ideología, más desarrollo técnico

El texto del decreto ya fue revisado por los equipos técnicos del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por Federico Sturzenegger, y por la Secretaría Legal y Técnica, a cargo de María Ibarzabal. Aunque aún no hay una fecha confirmada para su publicación en el Boletín Oficial, todo indica que cuenta con el aval del presidente Javier Milei.

Paralelamente, otro decreto busca reestructurar el directorio de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+I), que actualmente tiene 11 miembros y pasaría a estar integrada por solo 3 personas designadas directamente por el Gobierno.

Un cambio estructural en el sistema científico

La Agencia I+D+I, que depende de la Secretaría de Innovación, administra fondos estratégicos como FONCyT, FONTAR y FONARSEC, con un presupuesto de $25.000 millones. La intención del Ejecutivo es garantizar una gestión más ágil, profesional y alineada con "los intereses del país".

En cuanto al CONICET, el Gobierno proyecta reformas graduales pero profundas. El organismo cuenta actualmente con 26.781 trabajadores, entre ellos 11.800 investigadores y más de 10.000 becarios. Su presupuesto anual es de $580.000 millones, y dispone de una vasta infraestructura con más de 300 institutos en todo el país.

Uno de los cambios en análisis es la revisión del sistema de ingreso para priorizar perfiles técnicos y limitar el ingreso en ciencias sociales y humanidades, áreas a las que el oficialismo cuestiona por su "sesgo ideológico" y falta de impacto práctico.

Desde el Gobierno insisten en que la ciencia no debe ser "un lujo" para investigaciones académicas sin aplicación concreta. El nuevo enfoque apunta a volcar los recursos del Estado hacia sectores como energía, salud, minería e ingeniería, con el objetivo de maximizar el desarrollo nacional.

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