Récord de sífilis en Argentina: el 28% de los varones vuelve a contagiarse
El país registró casi 74 mil casos entre 2024 y 2025. La curva crece sin freno desde hace más de diez años y golpea con fuerza a jóvenes de 15 a 39 años.
Argentina atraviesa el peor momento en materia de sífilis desde que existen registros. Los últimos informes del Boletín Epidemiológico Nacional confirmaron que la enfermedad avanza más rápido que nunca: casi 37 mil casos en 2024 y una cifra prácticamente idéntica en lo que va de 2025. En total, casi 74 mil diagnósticos en apenas dos años.
El aumento no es nuevo, pero ahora alcanzó niveles que preocupan seriamente a especialistas y autoridades sanitarias. La curva crece desde hace más de una década y hoy afecta sobre todo a jóvenes de 15 a 39 años, con el grupo de 20 a 24 a la cabeza. A esto se suma otro dato inquietante: el 28% de los varones diagnosticados ya habían tenido sífilis antes, un indicador claro de reinfección y falta de prevención sostenida.
¿Dónde sube más?
La región Centro concentra el 61% de los casos, con Córdoba como la provincia con la tasa más alta del país. También se registran incrementos marcados en:
Neuquén
Tierra del Fuego
La Pampa
San Luis
Chaco
Formosa
Jujuy
Catamarca
El avance en provincias del norte preocupa por la desigualdad en el acceso a testeos, controles y tratamientos oportunos.
Por qué está creciendo la sífilis
Los especialistas señalan un combo de factores que alimenta la tendencia:
Alta transmisibilidad en etapas tempranas
Menor uso de preservativo
Falta de prevención sostenida
Acceso desigual a estudios y controles
Mejor capacidad de detección que antes
Más reinfecciones en varones jóvenes
El resultado: una curva que no solo no baja, sino que se acelera.
Síntomas, riesgos y tratamiento
La sífilis es una infección tratada y curable, pero puede generar complicaciones graves si no se detecta a tiempo. Entre los síntomas más comunes aparecen:
úlceras o lesiones indoloras
fiebre
ganglios inflamados
erupciones
problemas neurológicos en etapas avanzadas
Es una de las principales causas prevenibles de complicaciones en el embarazo, incluyendo la sífilis congénita.
La clave: testearse y tratarse apenas haya sospechas.







