UN EJEMPLO

Vive en el Barrio 31, ganó una beca para estudiar Ciencias Políticas y está a punto de graduarse

Luis (29) nació en Bolivia, sus padres emigraron a la Argentina en busca de un futuro mejor. Se instalaron en una casa humilde y conoció las privaciones. Con mucho esfuerzo salió adelante. "Me decían villerito o gil por ir a la escuela". Es estudiante de la Universidad de San Andrés y le queda un año para graduarse.

Una mañana de 2017, un rato antes de entrar a trabajar, Luis Fernando Guisbert (29), se dirigió hasta una universidad privada de CABA. Entró, preguntó por la carrera de Economía y recorrió las instalaciones. Luego pasó al despacho del rector. "Me recibió amablemente, me contó del plan de estudios, de las salidas laborales, y finalmente me comentó sobre el arancel, una suma impagable para mí", recuerda. "Algo dejé entrever en mi mirada, porque me preguntó:"

-¿De dónde venís?

Del barrio 31, acá cerca.

-Ah, este mundo no es para vos.

Cinco años más tarde, Luis, es alumno becado de la prestigiosa Universidad de San Andrés (UDESA). Está cursando el tercer año de la carrera de Ciencias Políticas y Gobierno, mientras trabaja en la secretaría de integración urbana del Gobierno de la Ciudad. No solo eso, conduce la Asociación Civil Social BA y es todo un referente.

Luis no es argentino, es boliviano. Nació en La Paz. Su padres -Luis y Maria- lo tuvieron de adolescente, y emigraron a la Argentina hace casi tres décadas en busca de un futuro mejor. Llegaron a Buenos Aires en micro después de un largo viaje con su bebé de apenas 18 meses. Una vez en la gran ciudad, lo único que pudieron alquilar fue una pieza con techo de chapa, sin piso ni agua caliente en el Barrio 31.

A pesar de las privaciones que vivió durante toda su infancia -como falta de espacio, frío y algunas veces hambre- sus padres se encargaron de darle el ejemplo en pos del progreso. "Salían a trabajar todos los días muy temprano, aunque eso implicara dejarme al cuidado de otros. Mi viejo empezó como vendedor de una casa de pintura, hoy es el encargado. Mi madre hizo de todo desde costurera, manicura...y ahora se recibe de enfermera", relata orgulloso.

La responsabilidad por el estudio fue otro de los valores que le inculcaron. "No era un opción ir a la escuela por suerte siempre me gustó, y me sacaba excelentes notas. Las maestras creían que mis padres me hacían los deberes. Entonces a los 10 años me tuvieron que cambiar a otra". Esa decisión, le cambió la vida. El recorrido de Luis es singular. Inspirador y conmueve. No baja los brazos. Tiene sueños, proyectos y una mirada esperanzadora de un mundo mejor. A la pregunta sobre cuáles son las claves para lograr lo que se quiere en la vida, responde convencido: perseverancia, humildad y respeto.

Fuente: Infobae.

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