¿El fin de nuestras libertades individuales? La otra cara del "activismo gay"

Cuando uno comienza a hablar del movimiento LGBT (+) automáticamente se nos viene a la cabeza la bandera de colores y a los gays bailando semidesnudos por las calles con carros alegóricos, pero detrás de eso se esconde un lobby que, junto al neo feminista, poco a poco comienza a terminar con nuestras libertades individuales.

A simple vista parece una teoría conspiranoica, pero cuando comenzamos a ver más de cerca vemos nuevos reclamos, reclamos como el lenguaje inclusivo, el aborto, la liberación de "presos políticos" al canto de "Macri Gato". Ahora uno se pregunta qué relación tiene todo esto con los "derechos de las minorías sexuales, y mi respuesta es: ninguna. Y hablo con conocimiento de causa, yo soy homosexual y durante mis años de ignorancia viví bajo la dominación ideológica impuesta por los LGBT (+); ellos te presentan una realidad y son dueños de la verdad absoluta y mientras que sigas su corriente ideológica todo va a estar bien. Pero cuando comiences a razonar y a salirte del espectro (con tintes de zurdaje), comenzará el acoso.

Primero comenzaron con pequeños insultos que luego crecieron y se transformaron en un acoso selectivo. Posteriormente hice pública mi opinión en contra del movimiento LGBT (+) y de allí en más todos los pertenecientes a este grupo me critican. Pero ¿esto no es contradictorio? ¿No son ellos los dueños de la justicia, la igualdad y la compasión? Claramente su verdad se está derrumbando poco a poco. Año a año las marchas se vuelven más desagradables, gente totalmente desnuda, bailando, teniendo relaciones sexuales en plena vía pública y todo esto frente a otras personas (incluyendo niños). Actos como estos me llevaron a separarme del movimiento y comenzar una larga y solitaria lucha contra ellos.

El movimiento LGBTTQQIAAP no es más que un lobby que, aliado con la izquierda, busca reinsertar al socialismo en el poder, con el objetivo de reducir nuestra libertad, hacer crecer al Estado y terminar con el sistema capitalista. Por ello, debemos presentarle batalla y comenzar con la lucha cultural antes de que sea muy tarde y terminemos sumidos en un régimen fascista.